Nuestro desinfectante, también tiene un pH de 11, tenemos varias diferencias con el cloro, por los orígenes naturales con el que está hecho el desinfectante:

1. El producto no es tóxico, si se llega a ingerir no es dañino para la salud de tu mascota o de los seres queridos.
2. El producto no presenta olor, por lo que tampoco daña a la nariz de tu mascota.
3. El producto no es corrosivo o irritante, por lo que no irrita la piel.
4. El producto no blanquea o mancha o daña la ropa.

La forma en la que actúa el producto es por pH es decir, impedimento del crecimiento bacteriano, que normalmente se den en pH 4-10, además, el producto por su naturaleza química, ataca a la membrana de virus, mohos y bacterias, impidiendo su desarrollo y matándolas.

Las ventajas de Desinfectante Sanitizante Zovkia son amplias:

• Desinfectante de contacto residual
• Soluble en agua
• No tiene efectos nocivos sobre las personas, animales ni plantas.
• No inflamable
• No es explosivo
• Estable bajo temperatura y presiones atmosféricas
• Amplia gama de aplicación, desinfecta frutas y verduras.
• Eco friendly
• Pet friendly
• Cruelty free
• Neutraliza y evita el mal olor
• Reduce el impacto de CO2
• Evita el crecimiento de microorganismos
• Sin parabenos
• Sin siliconas

1. Desinfectantes de cloro: El cloro es uno de los desinfectantes más comunes y efectivos. Se utiliza en la purificación del agua y en la limpieza de superficies y objetos. El cloro mata los microorganismos al oxidar sus componentes celulares, lo que destruye la célula. Los desinfectantes de cloro son muy útiles para eliminar el moho y los hongos, así como para desinfectar las superficies de los baños y las cocinas.
2. Desinfectantes de peróxido de hidrógeno: El peróxido de hidrógeno, también conocido como agua oxigenada, es un desinfectante muy versátil que se utiliza en la limpieza y desinfección de superficies y objetos. Mata los microorganismos al oxidar sus componentes celulares, lo que destruye la célula. Los desinfectantes de peróxido de hidrógeno son muy útiles para eliminar las manchas y los olores, así como para desinfectar las superficies de los hospitales y las clínicas.
3. Desinfectantes de cuaternario de amonio: Los desinfectantes de cuaternario de amonio  son productos químicos que se utilizan para la limpieza y desinfección de superficies y objetos. Mata los microorganismos al destruir sus membranas celulares. Los desinfectantes de cuaternario amonio son muy útiles para desinfectar las superficies de las guarderías y las escuelas. Hay de varias generaciones y dependiendo de la generación es su efectividad, sin embargo también hay estudios que sustentan que tienen efectos en la salud.
4. Desinfectantes de ácido peracético: El ácido peracético es un desinfectante muy potente que se utiliza en la limpieza y desinfección de superficies y objetos. Mata los microorganismos al oxidar sus componentes celulares y destruir la célula. Los desinfectantes de ácido peracético son muy útiles para desinfectar los equipos médicos y las instalaciones de procesamiento de alimentos.
5. Desinfectantes de ozono: El ozono es un gas que se utiliza como desinfectante en la limpieza de superficies y objetos. Mata los microorganismos al oxidar sus componentes celulares, lo que destruye la célula. Los desinfectantes de ozono son muy útiles para la eliminación de olores y la desinfección de las áreas de producción de alimentos.

• Desinfectante Zovkia, hecho a base de iones hidróxido, mata los microorganismos al destruir la membrana celular mediante una reacción de reducción. Semejante a la reacción que tienen el cloro, el peróxido de hidrógeno y el ácido peracético.

En conclusión, los desinfectantes son productos químicos esenciales para mantener la higiene y prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. Hay varios tipos de desinfectantes disponibles en el mercado, cada uno con sus propias características y aplicaciones. Es importante elegir el desinfectante adecuado para la tarea en cuestión y seguir las instrucciones del fabricante para asegurar su uso seguro y efectivo. 

El pH se mide en una escala que va de 0 a 14, siendo 7 el pH neutro. Un pH por debajo de 7 indica que la solución es ácida (más acercado a los valores de cero, indica un ácido fuerte), mientras que un pH por encima de 7 indica que la solución es alcalina o básica, cercano a 14 es una base fuerte. El pH de una solución puede ser medido utilizando un medidor de pH, que utiliza un electrodo para medir la concentración de iones de hidrógeno en la solución. 

El concepto de pH fue introducido por el químico danés Søren Sørensen en 1909. Sørensen estaba trabajando en la determinación del contenido de ácido de la leche y se dio cuenta de que la acidez de la leche podía ser medida en términos de la concentración de iones de hidrógeno. Desde entonces, el pH se ha convertido en una medida comúnmente utilizada en química, biología, medicina y otras disciplinas científicas.

El pH es importante en muchas áreas de la ciencia. En la biología, por ejemplo, el pH es un factor crítico en la función de las enzimas y en la regulación del equilibrio ácido-base en los organismos vivos. En la medicina, el pH se utiliza para determinar la acidez de la orina, la sangre y otros fluidos corporales, lo que puede ser un indicador de enfermedades o desequilibrios en el cuerpo.

En la industria, el pH es importante en la producción de muchos productos químicos, alimentos y bebidas. Por ejemplo, el pH es crítico en la producción de cerveza, ya que la acidez es un factor importante en el sabor y la calidad de la cerveza. En la producción de productos químicos, el control del pH es importante para asegurar que la reacción química se realice de manera efectiva y produzca los resultados deseados.

Igualmente, muchos desinfectantes o jabones tienen un pH alcalino y en casos muy particulares ácidos. 

En resumen, el pH es una medida importante en la química, la biología, la medicina y otras disciplinas científicas. Es una medida de la acidez o alcalinidad de una solución y se utiliza en muchas áreas para determinar la función de las enzimas, el equilibrio ácido-base en los organismos vivos, la producción de alimentos y bebidas, la producción de productos químicos, desinfectantes, detergentes y muchos otros usos.

Los componentes clave del manejo integrado de plagas incluyen:

1. Inspección: Se realiza una entrevista con el cliente y una exploración rigurosa de las instalaciones a fin de conocer el problema particular de plagas y sus riesgos potenciales para determinar el tipo de medidas de control y cuándo aplicarlas.

2. Identificación y conocimiento de plagas: Se usa el conocimiento técnico y científico de las características biológicas de las plagas como sus hábitos alimenticios, ciclos reproductivos y sus impactos a la economía o salud humana para realizar un diagnóstico preciso del problema y ofrecer las mejores opciones para su control.
3. Establecimiento de umbrales de acción: Se define el nivel de población de plagas en el que es necesario implementar medidas de control para evitar daños económicos en diferentes instalaciones.
4. Implementación de medidas de control: Con base en los tres pasos previos, se implementa una estrategia de control, combinando controles culturales, físicos o mecánicos, biológicos y químicos que reduzcan la probabilidad de que las plagas se establezcan, se reproduzcan y causen daños:   – Control cultural: Modificar el entorno, las malas prácticas en el lugar o el comportamiento de las personas y sus hábitos para dificultar que las plagas sobrevivan y se reproduzcan.

   – Control físico y mecánico: Utilizar barreras, trampas, mallas o métodos de exclusión para controlar las plagas sin recurrir a químicos. Esto puede incluir, por ejemplo, la instalación de barreras físicas, la eliminación manual de plagas o el uso de trampas con feromonas.

   – Control biológico: Fomentar y utilizar enemigos naturales de las plagas, como depredadores, parásitos y patógenos, para mantener las poblaciones de plagas bajo control.

   – Control químico selectivo y responsable: Cuando los métodos previos de control no son suficientes, se pueden utilizar pesticidas químicos como último recurso. En este caso, es importante seleccionar productos que sean específicos para la plaga a tratar, menos tóxicos para los humanos y con menor riesgo para el medio ambiente y las instalaciones del cliente.

5. Evaluación y ajuste continuos: Se monitorean y analizan los resultados para ajustar y mejorar las estrategias de control de plagas a lo largo del tiempo. Esto puede incluir la revisión de datos de monitoreo, la medición del éxito de los controles y los cambios en las instalaciones del cliente.

En resumen, el manejo integrado de plagas es un enfoque holístico y sostenible para el control de plagas que combina diversas prácticas y métodos en un esfuerzo por reducir el uso de pesticidas químicos, proteger la salud humana y el medio ambiente y mantener la productividad. Al adoptar un enfoque de MIP, los empresarios pueden mejorar la eficiencia de sus operaciones, minimizar los riesgos asociados con las plagas o los pesticidas y mantener seguras sus actividades.

1. Aprobación de COFEPRIS: Las empresas que se dedican al control de plagas urbanas requieren una Licencia Sanitaria expedida por la autoridad COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios) la cual evalúa continuamente los conocimientos, la experiencia, capacidad y seguridad que tiene la empresa para poder realizar estas actividades de forma segura y profesional.

2. Conocimientos especializados: Los profesionales en control de plagas tienen la capacitación y experiencia necesaria para identificar y tratar diversas infestaciones de manera efectiva y segura. Conocen la biología de diversas especies de plagas, así como su comportamiento, ciclos reproductivos y alimenticios entre otras características que les permite aplicar métodos específicos y adecuados para cada situación.
3. Uso seguro y efectivo de productos químicos: Los controladores de plagas profesionales tienen acceso a productos químicos y equipos de alta calidad, y están capacitados en su uso correcto y seguro. Esto minimiza los riesgos para la salud de los ocupantes y el medio ambiente.
4. Prevención a largo plazo (continuación): Además de eliminar las plagas existentes, un controlador de plagas profesional también puede ofrecer soluciones y estrategias para prevenir futuras infestaciones. Esto incluye la identificación y sellado de posibles puntos de entrada, así como asesoramiento sobre cómo mantener un entorno menos propicio para las plagas.
5. Ahorro de tiempo y esfuerzo: Lidiar con infestaciones de plagas puede ser un proceso laborioso y frustrante si no se tiene experiencia. Al contratar a un profesional, se puede ahorrar tiempo y esfuerzo, permitiendo identificar el problema de raíz para controlar a la plaga eficientemente.
6. Protección de la propiedad: Algunas plagas, como termitas o roedores, pueden causar daños estructurales considerables a una propiedad. Un controlador de plagas profesional puede identificar rápidamente los problemas y tratarlos antes de que se vuelvan más graves, protegiendo así su inversión.
7. Reducción de riesgos para la salud: Las plagas pueden transmitir enfermedades y bacterias que representan un riesgo significativo para la salud de los ocupantes de la propiedad o sus clientes. Un controlador de plagas profesional ayuda a mantener un ambiente saludable al eliminar las plagas y minimizar los riesgos asociados.
8. Garantía y tranquilidad (continuación): Muchas empresas de control de plagas ofrecen garantías y soporte continuo en caso de que las plagas regresen después de un tratamiento inicial. Esto brinda tranquilidad y seguridad a los propietarios, sabiendo que cuentan con un respaldo profesional para resolver cualquier problema futuro.
9. Cumplimiento de normativas y regulaciones: En algunos casos, las infestaciones de plagas pueden requerir el cumplimiento de ciertas normativas y regulaciones locales o nacionales. Los profesionales en control de plagas están familiarizados con estas regulaciones y pueden garantizar que su propiedad cumpla con ellas.
10. Evaluación y seguimiento personalizado: Un controlador de plagas profesional realizará una evaluación exhaustiva de su propiedad para identificar el alcance y la naturaleza de la infestación. Posteriormente, elaborará un plan de tratamiento personalizado y realizará un seguimiento para asegurar la efectividad de las soluciones aplicadas.
11. Protección de la reputación: Para los propietarios de negocios, especialmente en la industria de la hospitalidad, la presencia de plagas puede dañar gravemente su reputación. Al contratar a un controlador de plagas profesional, se garantiza un manejo eficiente y discreto de las infestaciones, lo que ayuda a mantener la imagen positiva del negocio.

En resumen, contratar a un controlador de plagas profesional ofrece numerosos beneficios en términos de efectividad, seguridad, prevención a largo plazo y protección de la propiedad y la salud. Además, ayuda a cumplir con las regulaciones y salvaguardar la reputación de su negocio o residencia. Si bien puede ser tentador intentar abordar las infestaciones de plagas por cuenta propia, contar con la experiencia y el apoyo de un experto es una inversión valiosa que proporciona tranquilidad y garantiza soluciones duraderas y efectivas en el manejo de plagas.

1. Pérdidas productivas o materiales
El primer y más directo efecto económico de una plaga es la pérdida de alimentos, animales, fármacos o materiales almacenados de gran valor. Así mismo, su presencia puede producir un impacto negativo en el consumidor de servicios en el transporte, hoteles o restaurantes. Las plagas pueden destruir o contaminar rápidamente espacios, bienes de gran valor o interrumpir días de producción, lo cual puede traducirse en pérdidas millonarias en grandes empresas. Estas pérdidas pueden reducir la rentabilidad de diversos sectores e influir permanentemente en la percepción del cliente o del consumidor.

2. Impacto en el comercio internacional
Las plagas pueden interrumpir el comercio internacional al afectar la producción y la calidad de los productos exportables. Además, los países importadores pueden establecer restricciones comerciales y cuarentenas para evitar la propagación de plagas, lo que reduce aún más el comercio y afecta el flujo de ingresos de los países exportadores.

3. Gastos en control y erradicación
El control y la erradicación de plagas requieren inversiones significativas en investigación, desarrollo de tecnologías y aplicación de medidas de control. Estos gastos pueden desviar recursos de otros departamentos o sectores vitales y generar una carga financiera para los gobiernos y los productores afectados. Aunque estas inversiones pueden ser necesarias para controlar el impacto de las plagas, también pueden generar un efecto dominó en la economía al reducir la disponibilidad de fondos para otras áreas de desarrollo.

4. Efectos en el empleo
El empleo en la industria también se ve afectado por las plagas. La contaminación de lotes enteros de producción puede llevar a la pérdida de empleo para los trabajadores agrícolas y los empleados en industrias relacionadas, como el procesamiento de alimentos y la distribución. A su vez, esto puede aumentar las tasas de desempleo y tener consecuencias negativas en la economía y el bienestar social.

5. Impacto en la salud pública
Las plagas también pueden tener un impacto significativo en la salud pública. Algunas plagas pueden transmitir enfermedades a los humanos, lo que puede generar gastos adicionales en atención médica y aumentar la presión sobre los sistemas de salud. Además, la escasez de alimentos y el aumento en los precios pueden afectar la nutrición y la calidad de vida de la población, especialmente en los grupos más vulnerables.

6. Efectos en el medio ambiente
El control de plagas sin el conocimiento necesario a menudo implica el uso de pesticidas y otras sustancias químicas que pueden tener consecuencias negativas para el medio ambiente y la biodiversidad. La contaminación del agua, la degradación del suelo y la resistencia a los pesticidas son solo algunas de las preocupaciones ambientales asociadas con el control de plagas.

Conclusión

Las consecuencias económicas de las plagas son multifacéticas y pueden tener efectos a corto y largo plazo en la economía y la sociedad. La prevención y el manejo adecuado de las plagas son cruciales para minimizar estos impactos y garantizar la estabilidad económica y la seguridad alimentaria. Es fundamental que los gobiernos, las organizaciones internacionales y los productores trabajen juntos para desarrollar estrategias de prevención, monitoreo y control de plagas eficaces y sostenibles. Estas estrategias deben abordar tanto los aspectos económicos como los ambientales y de salud pública, para garantizar un futuro más resiliente y próspero para todos.

En resumen, las plagas pueden tener consecuencias económicas graves, que incluyen pérdidas en diversos sectores económicos, el impacto en el comercio internacional, gastos en control y erradicación, efectos en el empleo, impacto en la salud pública y efectos en el medio ambiente. La colaboración y la innovación en el manejo de plagas son fundamentales para reducir estos impactos y proteger la economía global, la seguridad alimentaria y el bienestar de la población.